Señales, raíces de un paradigma indiciario.
Carlo Guinzburg explica un modelo epistemológico surgido hacia fines del siglo pasado en el ámbito de las ciencias humanas, al cual denominó “Paradigma Indiciario”. Dicho paradigma era de carácter sintomatológico, pero sus raíces eran más antiguas aún.
Para ello rememora al hombre primitivo y cita el ejemplo de tres hermanos cazadores que a través de indicios mínimos, habían podido reconstruir el aspecto de un animal al que jamás habían tenido bajo sus ojos. Guinzburg califica a este saber como de tipo venatorio, por el cual es posible obtener datos experimentales omisíbles a una realidad desconocida.
A su vez estos datos recopilatorios dan lugar a una secuencia narrativa. Postula que posiblemente la idea misma de narración nace por primera vez en una sociedad de cazadores de la experiencia de cazar huellas.
Guinzburg distingue a este paradigma como el gesto talvez más antiguo de la historia intelectual del género humano a través del cazador que escruta las huellas de la presa.
Otra puesta fundamental del texto para explicar este paradigma es por medio del método “Moreliano”.
Morelli, utilizaba en los museos un método para restituir cada cuadro a su verdadero autor y la importancia de distinguir los originales de las copias. Para ello su método consistía en no detenerse en las características más llamativas y por ello más fácilmente imitables de los cuadros.Por el contrario es preciso detenerse en los detalles más omisibles.
El texto también expone una comparación del método del conocedor de arte, con la tarea del detective (“Sherlock Holmes”) que descubre el autor del delito sobre la base de indicios imperceptibles para la mayoría.
Paralelamente se asocia al psicoanálisis médico y el método de Morelli. Freud legitimó este método y afirmó que este contribuyó directamente a la conformación del psicoanálisis.
En los tres casos, huellas ínfimas permiten captar una realidad más profunda, de otro modo intangible. Huellas, síntomas e indicios son los elementos del paradigma para construir una realidad.
“Nuestros pequeños gestos inconcientes revelan nuestro carácter más que cualquier actitud formal cuidadosamente preparada”. Esta frase que cita el texto me parece muy cierta ya que nuestros actos cotidianos, lo que queremos decir u ocultar, están totalmente gobernados por nuestro inconciente. A su vez en nuestro rol de lectores, elegimos identificamos con un libro o con una historia por situaciones que escapan a nuestro conocimiento racional. Muchas veces, sin saber porque, interrumpimos la lectura y la retomamos tiempo más tarde, convencidos de que ese era el momento oportuno para conectar con la historia.
Por otro parte a la hora de escribir, también tomamos pautas y formas de los escritores con los cuales nos identificamos y que en muchos casos admiramos, sin ninguna intención consciente de copiarlos.
En relación a la escritura, me parece muy interesante la reconstrucción histórica que hace Guinzburg para explicar el paradigma indiciario.
El hombre primitivo, ejemplificado por el cazador, conocía el mundo a través de la intuición. Lo prominente es que recopilaba datos con muy pocas herramientas, basándose experimentalmente en lo figurativo y lo omisible. Mediante este ejercicio construía una realidad.
Este ejercicio primitivo sigue vigente en la tarea del escritor que recopila huellas, datos, indicios de cosas que forman parte de realidad o de su pura imaginación.
Con la ayuda de estos elementos, va a crear, situaciones, personajes, lugares e historias dentro de lo verosímil o lo fantástico.
Carlo Guinzburg explica un modelo epistemológico surgido hacia fines del siglo pasado en el ámbito de las ciencias humanas, al cual denominó “Paradigma Indiciario”. Dicho paradigma era de carácter sintomatológico, pero sus raíces eran más antiguas aún.
Para ello rememora al hombre primitivo y cita el ejemplo de tres hermanos cazadores que a través de indicios mínimos, habían podido reconstruir el aspecto de un animal al que jamás habían tenido bajo sus ojos. Guinzburg califica a este saber como de tipo venatorio, por el cual es posible obtener datos experimentales omisíbles a una realidad desconocida.
A su vez estos datos recopilatorios dan lugar a una secuencia narrativa. Postula que posiblemente la idea misma de narración nace por primera vez en una sociedad de cazadores de la experiencia de cazar huellas.
Guinzburg distingue a este paradigma como el gesto talvez más antiguo de la historia intelectual del género humano a través del cazador que escruta las huellas de la presa.
Otra puesta fundamental del texto para explicar este paradigma es por medio del método “Moreliano”.
Morelli, utilizaba en los museos un método para restituir cada cuadro a su verdadero autor y la importancia de distinguir los originales de las copias. Para ello su método consistía en no detenerse en las características más llamativas y por ello más fácilmente imitables de los cuadros.Por el contrario es preciso detenerse en los detalles más omisibles.
El texto también expone una comparación del método del conocedor de arte, con la tarea del detective (“Sherlock Holmes”) que descubre el autor del delito sobre la base de indicios imperceptibles para la mayoría.
Paralelamente se asocia al psicoanálisis médico y el método de Morelli. Freud legitimó este método y afirmó que este contribuyó directamente a la conformación del psicoanálisis.
En los tres casos, huellas ínfimas permiten captar una realidad más profunda, de otro modo intangible. Huellas, síntomas e indicios son los elementos del paradigma para construir una realidad.
“Nuestros pequeños gestos inconcientes revelan nuestro carácter más que cualquier actitud formal cuidadosamente preparada”. Esta frase que cita el texto me parece muy cierta ya que nuestros actos cotidianos, lo que queremos decir u ocultar, están totalmente gobernados por nuestro inconciente. A su vez en nuestro rol de lectores, elegimos identificamos con un libro o con una historia por situaciones que escapan a nuestro conocimiento racional. Muchas veces, sin saber porque, interrumpimos la lectura y la retomamos tiempo más tarde, convencidos de que ese era el momento oportuno para conectar con la historia.
Por otro parte a la hora de escribir, también tomamos pautas y formas de los escritores con los cuales nos identificamos y que en muchos casos admiramos, sin ninguna intención consciente de copiarlos.
En relación a la escritura, me parece muy interesante la reconstrucción histórica que hace Guinzburg para explicar el paradigma indiciario.
El hombre primitivo, ejemplificado por el cazador, conocía el mundo a través de la intuición. Lo prominente es que recopilaba datos con muy pocas herramientas, basándose experimentalmente en lo figurativo y lo omisible. Mediante este ejercicio construía una realidad.
Este ejercicio primitivo sigue vigente en la tarea del escritor que recopila huellas, datos, indicios de cosas que forman parte de realidad o de su pura imaginación.
Con la ayuda de estos elementos, va a crear, situaciones, personajes, lugares e historias dentro de lo verosímil o lo fantástico.
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