viernes, 17 de octubre de 2008

Nota de lector Truman Capote

Música para camaleones

En Música para camaleones Truman Capote combina perfectamente su nato oficio de escritor con el periodista que más tarde en su carrera salio a la luz y lo llevo a ser un gran trasgresor de la época.
Los múltiples colores de los camaleones se asemejan a la diversidad de recursos literarios que maneja el autor. Esta obra y otras como “A sangre Fría “son el resultado de una búsqueda, de la necesidad de poder optimizar todo lo que había aprendido del arte de escribir “yo quería escribir una novela periodística, algo en mayor escala que tuviera la verosimilitud de los hechos reales, la calidad inmediata de una película cinematográfica, la profundidad y la libertad de la prosa y la precisión de la poesía” expresó en el prefacio.
Su sensibilidad, su introspección y su mirada profunda del exterior interactúan en sus relatos y dan forma a sus personajes. Esta obra transmite la calidad profesional y humana de un ser perceptivo que puede transmitir con claridad el mapa físico y espiritual de una mujer, expresando afinadamente los rasgos, contexturas, gestos, posturas y pensamientos del mundo femenino como lo hizo con la Mme de Martinica en Música para camaleones, con la señora Mary Sánchez en Un día de Trabajo y con Marylin en Una adorable criatura. Lo interesante de este trabajo es que mediante una entrevista descontracturada e informal logra mostrar otra cara de Marilyn, la mujer que se esconde tras las luces, un ser frágil, inseguro y sentimental Sus relatos tienen una misteriosa adrenalina, un prolongado suspenso y una sutil ironía. Al ser tan descriptivo, utilizar tantas estrategias expresivas tiene el mágico poder de trasladar al lector a una sala cinematográfica
Sus narraciones son en tiempo presente, tiene efecto de inmediatez, se incluye en las historias como protagonista, existe una fuerte presencia de su persona y por momentos le habla al lector.
En “Un día de trabajo” plasma todo su interés y percepción por la condición humana. Se intromete en experimentar como es un día laboral de su mucama Mary y juntos como dos protagonistas de una aventura van a abrir paso a diferentes mundos.
Esto me remite a los camaleones, tantos colores diferentes representan tantas historias de vida y en cada una de ellas subjevidades envueltas en las “melodías” que a cada uno de toca “danzar”. Se vislumbran las miserias, carencias, miedos y frustraciones unidos en un concepto de crucifixión como condición propia del ser humano pero con un mensaje optimista y de misericordia en el que a todas las almas perdidas les queda lo último que se pierde, la esperanza.

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