Cuando empezamos a tratar el tema de esto que en periodismo llamamos crónicas o notas de investigación, me encontré con universo que no conocía del todo, contaba con una idea parcial de lo que implicaba una crònica , es decir asociaba a el género a un trabajo más técnico con un fin meramente informativo.
Leyendo “El relato de los hechos” de Ana María Amar Sánchez, comencé a problematizar los preconceptos que tenía acerca de las crónicas, seguramente por mi inexperiencia sobre esta cuestión.
La Autora hace una referencia al surgimiento del género de no ficción, informando que surgió en Estados Unidos hacia el año 1960 , como respuesta a una crisis que estaba atravesando el “viejo periodismo”, que por esos años estaba desgastado y se lo consideraba convencional. Surge el “nuevo periodismo”, con la intención que pueda ser leído como una novela, empleando técnicas propias de la narrativa .En definitiva, apuntar a un periodismo literario. El surgimiento de este género suscito las voces de los críticos que veían este nuevo género como una amenaza para el tradicionalismo literario y periodístico, señalando el conflicto que implicaba sostener un equilibrio entre ambos.
El problema central que planteaba la no ficción en ese momento, era el contacto con la realidad y con la verdad de los hechos. El vínculo que comenzó a establecerse de la no- ficción con los medios posicionaba al género en un lugar sospechoso.
Para abordar el tema la autora va a profundizar sobre el género no ficción presentándolo como un campo problemático, del cual se desprende cierta tensión “los relatos de no ficción, testimoniales, no son simplemente transcripciones de hechos más o menos significativos, por el contrario plantean una cantidad de problemas teóricos debido a la peculiar relación que establecen entre lo real y la ficción, entre lo testimonial y su construcción narrativa”
Amar Sánchez destaca varias cuestiones acerca del género: tiene como premisa un material que debe ser respetado, registros como grabaciones, documentos y testimonios comprobables que no pueden ser modificados por exigencias del relato. El contenido es el resultado de una producción que cuenta con una mezcla de material más narración, los textos tienen una lógica interna que construye la subjetividad de otra realidad percibida por el cronista que pone en juego la credibilidad del contenido.
En el prefacio de Música para Camaleones Truman Capote, precursor del genero de no ficción, da testimonio de las repercusiones que tuvieron sus primeros trabajos en este campo, al cual el lo consideraba virgen por esos años. “Yo quería escribir una novela periodística, algo que en mayor escala que tuviera la verosimilitud de los hechos reales, la calidad de inmediato de una película cinematográfica, la profundidad y la libertad de una prosa y la precisión de la poesía. Finalmente inspirado en caso de asesinato en Kansas, publicó su resultado y debió en enfrentar varias críticas en aquella época que rechazaban la idea de novela verídica y en algunos sectores la calificaban como un “fracaso de la imaginación”.
Como relata en el prefacio Capote debió enfrentar una larga crisis en su labor como escritor, en la que planteaba el hecho de que a pesar de hacer obras con buenos resultados aún no había podido optimizar todos los recursos que poseía del arte de escribir, todo lo que había aprendido del arte de la literatura, de libretos de obras teatrales, de reportajes poesías y novelas. Otra cosa que se planteo, es por que nunca estaba presente en las historias que relataba, expresando que el periodista tiene que entrar en la obra como personaje, como observador testigo, si es que quiere mantener a la historia dentro del plano de lo verosímil. Me pareció un buen consejo para aplicar a mi crónica y en busca de conceptos para armar la escritura y aclarar los objetivos de mi trabajo tome las reflexiones de Ulibarri en Una Arquitectura viva “Un periodista es un investigador, un indagador, un coleccionista de datos y significados, un relator de experiencias y es también un escritor.”
En cuanto a mi experiencia personal, lo viví como una aventura desde que éntré al lugar en primera instancia para realizar la entrevista inicial. Luego las cosas se tornaron más complejas, había que juntar diferentes testimonios para exponer diversas voces para que el trabajo tome forma. Una vez que junté los testimonios y diferentes fuentes de información, la satisfacción fue muy grande pero enseguida el miedo de no saber bien que hacer con todo eso se apoderó de mí, hasta que un “click” me indicò que había llegado el momento crucial: era hora de escribir.
Finalmente que queda destacar unas reflexiones muy interesantes publicadas en la recopilación de Maximiliano Tomás del libro “La Argentina Crónica”
Prólogo: Martín Caparrós
“La crónica es una mezcla, en proporciones tornadizas, de mirada y escritura. Mirar es central para el cronista- mirar en el sentido fuerte. Mirar y ver se han confundido, ya pocos saben cuál es cuál. Pero entre ver y mirar hay una diferencia radical”.
Me parece una definición sencilla pero de gran sabiduría. Creo que Martín Caparrós aportó una mirada aguda y crítica para puntualizar como esta posicionado el género en nuestra actualidad.
También hace hincapié en el trabajo minucioso y la mirada extrema que no le debe faltar al cronista. Señala que “ver” es diferente a “mirar”.Esta reflexión abre un abanico de problemáticas que se desprenden de los trabajos periodísticos que circulan por los multimediass.
Para concluir me queda agregar y adherir a la causa de que en la mayoría de nuestros medios gráficos como también en los más actuales medios digitales, lamentablemente, la crónica se ha convertido en un género en extinción.
Cita de Gonzalo Sánchez (Crónica: Los dueños del fin del mundo)
“La academia dirá que la crónica es una variante del periodismo llano y que se propone contar un hecho noticioso – un fenómeno, un suceso, un personaje- valiéndose de elementos de la narrativa. Pero mejor así: es prosa nerviosa, urgente y severa, afectada por la potencia de la realidad y escrita desde adentro: como vivida. Yo, cronista, estoy en medio de la crónica, la camino. Entro en la historia, la padezco, me enojo, sudo, salgo, vuelvo a entrar y la expulso como me viene. Alguien dijo que era literatura bajo presión; yo digo que es periodismo sin cáscaras”.
Es la definición de crónica que más me gusta. Me parece una pequeña tesis del género que engloba un sentimiento muy fuerte y vocacional con respecto a la labor periodística del cronista. Quizás, en lo personal, todavía no logro despojarme de lo que Gonzalo Sánchez parece mirar desde arriba, esa “literatura bajo presión”, pero creo que más allá de nuestras subjetivas aptitudes, la crónica lleva un proceso de construcción, dedicación y aprendizaje que puede ir perfeccionándose con la experiencia.
Cita de Cristian Alarcón (Crónica: Un día en la vida de pepita la Pistolera)
“La Crónica es una versión insospechada de lo real “
Esta breve definición de crónica invita a pensar varias cuestiones que tienen que ver con la mirada, con la reconstrucción de los hechos, con lo sorprendente que puede llegar a ser sumergirse en un mundo desconocido y descubrir un abismo de vivencias, sucesos, hechos, personajes y circunstancias que uno jamás hubiera imaginado.
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